Estuvimos este fin de semana en esta preciosa casa. Situada en el mismo camino de Santiago, constante paso de peregrinos y un pueblo por tanto, con mucha variedad en hostelería.
Fuimos 9 adultos, 4 niños y un bebé. Un gusto que te reciban con la calefacción puesta, una tarta y una cuna, trona y bañerita para el bebé. Buenos anfitriones que están cerca por si necesitas algo, pero en que en la práctica no afecta para nada a la intimidad en la casa.
El jardín da mucho juego para comer fuera, hacer barbacoas, o charlar en la sobremesa. Hay mucho espacio dentro de la casa (tres plantas) para hacer diferentes actividades de ocio, incluso separar niños de adultos, zona de lectura, de conversación, de juegos etc
En la cocina tienen todos los utensilios que se pueden necesitar, en las habitaciones sábanas de calidad.
La casa tiene detalles de decoración típicamente rural y la iluminación muy cuidada para promover la paz y tranquilidad.
Si tuviera que sugerir algo propondría que la cama de matrimonio de la habitación abuhardillada fuera un poco más amplia y que hubiera contraventanas o cortinas opacas para que la iluminación del día al amanecer no afectara al sueño. Por lo demás un 10!!!!! La recomiendo!!!!!!